May

Me empiezo a despedir de Szeged.
De las flores, de los árboles frondosos, los pájaros, los trayectos en bicicleta. Capoeira.
De mi cuerpo en flow de movimiento. Fuerte, flexible, poderoso.
De minutos muy fríos y personas cálidas.
De dolor, frustración... Pero también alegría.
De una nueva casa.
Familia.
Con perros y gallinas. 
Calefacción radiada y videollamadas.
¿Tengo derecho a bailar mi cultura? 
¿Dónde están mis aturuxos?
Bailar sin pensarlo, por necesidad, por naturaleza.
La vida pasa.
Hace un año estaba en un río en Polinesia... Y aún puedo oler la verdure.
Quién lo diría...
... que la música me acompañe siempre.


Una noche de insomnio. Estoy un poco triste. Porque nos hicimos daño. Nostálgica porque ya me voy de aquí. Con una sensación que me da un poquito de casa al recordar que quizá veo a seres queridos este verano en Lisboa.


Encontrar nuevos patrones de movimiento

I got up at 1h30 and took my phone to write fieldnotes.

¿A qué huele el verano?
A un eclipse de luna traicionero que agradezco.
A una sensación de río, mosquitos y agua en movimiento.
A un árbol que lleva ahí no sé cuántos miles de años.
A conectar profundamente con la naturaleza: con sus sonidos, sus olores, su calma en continuo movimiento.
Un señor que se aproxima con su perro, de la nada.
Pero sigo sintiéndome a salvo, en mi intimidad.
Una pesadilla del suicidio de mi hermana.
Un frescor al final del día tras un día cálido.

Soñé con la camiseta que dejé en su casa.
Es obvio que nao da. Nossa...
La ofensa. Ése es el problema. Coger un papel y soltarlo todo.
Esta ansiedad emocional en el pecho.
Llamada de atención. Me enfado y no respiro.
Coger una vela y soltar.

Cause your sky is full of stars.
Summer vibes. Happy vibes.
Adrenaline over a cliff. Looking to your eyes. Smiling inside.
Suddenly connect, even if sometimes you disconnect.
A field of lavander and puppy flowers.

A soul with a body, instead of a body with a soul.