Nos acordamos de momentos, no de días.
Y me empeño en llevar al día esa maldita agenda.
A veces está bien perderse, no pasa nada, no encontrar tu
hueco.
Mañana es otro día, explora esa sensación, ese tiempo.
Desesperante. Comparación. Distancia. Fuera de lugar.
Negatividad. Falta de afecto. Falta de interés.
Y de repente te siento muy cerca.
Quizá esta vaya a ser una experiencia difícil y de aprendizaje con respecto al amor, algo que no me esperaba. Una vez más creemos que somos nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestros ideales.
Y boom,
vuelve a fallar. Cada vez más cerca. Cada vez más pura.
No va a ser fácil.
Una persona que brilla con luz propia. Una persona bonita
porque le brilla el alma.
Te veo a través de una rejilla. El movimiento sutil y con
gracia de un desconocido.
La naturaleza que me acompaña, todo el tiempo. Los lagartos,
las cucarachas, los mosquitos. Y llego a amarlo todo. La distancia que se
genera entre las personas, que al día siguiente es calor.
Un sueño en el que quería besar a alguien.
Un deseo
y un recuerdo.