O último degrau?
Sirât.
Um filme que deixa mesmo sem palavras e com o estómago removido.
En 2018 escribí aquello de que 'a veces siento tanto amor contenido en el pecho que pienso que cualquier día me va a estallar'. Escribí sobre el egocentrismo y el narcisismo. Y sobre la subjetividad de la realidad. Sobre energía, movimiento y emociones. Sobre la importancia del arte para sensibilizar y de la escucha. Sobre lo banal y la intimidad.
Sirât.
Y de nuevo... sobre lo difícil que es dejarse llevar.
Lo más íntimo es el pensamiento.
¿Por qué no sale todo eso que parece estar muy dentro?
Y mencioné a Susana.
Medo a perder-te.
Necessidade de abraçar as vulnerabilidades e as necessidades do outro.
We never know what we want until we get it – then we know if it makes our live worst or better’
Sirât.
Sensaçoes inexplicáveis.
Talking about everything without talking about anything.
And a magic experience when finishing.
Heard my name...
... and cried.
Sadly, reality always surpasses fiction.
Reality always surpasses fiction.
Always surpasses fiction.
Surpasses fiction.
Fiction.
La necesidad de una referente espiritual.
Algo que te da calorcito en el corazón, como dice Oliver.
El ego salvador, la necesidad de servicio y lo egocéntrico que es todo eso.
El cine como ceremonia colectiva.
El cine como trance, con imágenes que transforman y acompañan el resto de tu vida
¿Qué hay de la reflexión geopolítica del lugar donde ocurren los hechos?
Geopolítica.
Y terminar con un festival que lo mueve todo dentro, que aflora emociones, crea confusiones y, sobre todo, conexiones.