Pushing yourself

A volte penso que hay muy pocas cosas por las que tenga una verdadera motivación.
Normalmente siempre tengo que forzarme a. Forzarme a hacer un cursillo de danza, forzarme a anotarme a esas clases, a quedar con alguien... incluso a ir al teatro. Forzarme a llevar a cabo lo que me apasiona. Es extraño, ¿no? Este empujarme a ti misma desde arriba.

Y siempre llega un punto en el que no puedes más.
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En mayo de este año me preguntaba si habrá gente que tiene hijos solo para tener un puto sentido en la vida, para obligarse a vivir por ellos. Efectivamente, un mes más tarde, el personaje de Nairobi en La casa de papel (o más bien los guionistas) me confirma que se puede llegar a tener un hijo para darle sentido a la puta vida.

Mi problema es que veo todo demasiado desde arriba.

Dejarte llevar por la música y siempre dejar que tu mente vuele con las historias que te vas montando.
El sonido del lápiz en un evento tan importante... estoy en primera fila, pero no lo puedo evitar.
El movimiento ligero de los gases entre mis vísceras cuando escribo. Todo se vuelve importante de repente.

Luego me doy cuenta de que soy una estudiante de la ostia.

En la orquesta a veces llegaba a tocar con el corazón, con el alma. No era por mí, si no por toda la familia que creamos. Pero en el grupo de baile me limitaba a mover mi cuerpo con la misma frialdad que sentía en las clases. Esto me lleva a la conclusión, mediante el método inductivo, de que no puedo falsear. Quizá soy buena en eso, en reflejar mi alma en cada momento. Por eso no sirvo para interpretar.

No puedo pretender mostrar un alma que no tengo.

Por lo menos no me puedo aburrir de mí misma, ya que tengo conocimientos muy variados. ¿O sí? Tengo la impresión de que no me van a servir para nada...

Me esfuerzo en todo lo que hago pero no me focalizo en nada.

Luego vas a una conferencia estúpida con todo el postureo de los trajes, las flores... Y piensas que tú podrías dar una conferencia mejor. Casi que mejor si me da el papel y lo leo por mí misma... Este ritual que crea distancia entre conferenciante y oyente es algo que no entiendo.
Social responsability. Political engagement.
Muy bien, pero dame un discurso que invite al acogimiento, a compartir, a debatir. A veces la cuestión no está en el qué, sino en el cómo.

The lightness of snow.

A veces no es que esté triste, no estoy tan triste, es que simplemente creo que no aporto nada. No me apetece vivir y no significa que esté depresiva. No es un sentimiento que me rasgue por dentro. Es más frío. No es tan profundo ni subjetivo. Es más inhumano.

The Other is me.

Realmente una canción te puede salvar el día.


Está esta contradicción que tengo: estoy segura de que no existe un "yo", de que la identidad cambia constantemente y trato de no darle mucha importancia... pero a la vez me entra una sensación de rabia profunda al pensar que me tengo que poner un vestidito en fin de año, Todo porque no me siento "yo".


Pánico social. Miedo a relacionarse. Incapacidad de pasar 24 horas con una persona. Ese gusto de comer a solas.



Eso que escribí hace dos años.... ¿Cómo era?.... "Esa confusión me lleva a una incapacidad comunicativa importante, por eso escribo. Al escribir me queda todo más claro."

Where is my wholehearted inner being?