Qué más da el mes

Principio de mes y estoy demasiado en modo pensar y hacer.
Volver a conectar con el modo sentir y ser... O estar, traducido a mi vocabulario.
O al de Becerra.

Einstein fue un yogui.
Los límites de la ciencia.

El sexo destensa mi voz.
Es como el final del impulso de la ola en la orilla, burbujeante.
Una ola que se rompe y llega lentamente a cada parte de tu cuerpo.
Es ese sonido chispeante.

Búsqueda eidética.
Vaciarse para llenarse de acogida, evitando la tendencia de la mente dual de comparar lo que es con lo que creemos que debería ser.
Esos consejos que das sin que nadie te pregunte.
Dejar de intentar encajar.
Disfrutar de ser tú misma.

Conectar con lo que te ofrece la intuición.
Con el alma.

Hoy soñé con Yiannis.

Lo ritual. Lo cíclico. Lo cotidiano. Lo cerrado.

No moverse en vano, no mentir.

Algo sobre la lateralidad cruzada.
Antinatural. Raro. Satánico.

Porque, ¿hace cuánto tiempo...?