A moment of conciousness in a Latvian September



I like to be a woman. I do really like it.


I really feel like cooking now that I've seen that artist enjoying food and creating a garden with it.
The continuous music that is on. The patience of artists working on their piece. And suddenly you read someone who's written to that person she really miss.



Nice because when you're tired you take out all the decorations.


Nice when I'm tired and I lay back.
Nice when I'm actually considering all this bullshit I'm talking.
Nice she's working out and I'm just relaxing.



Constellation.




Es guay cuando te sientes como en casa sólo con la mirada de alguien, o percibiendo el espacio que hay entre tú y esa persona.


Es un cliché bailar con el objeto.
Es guay estar en un ensayo y que un compi se tome una cerveza como si nada.
Estar en una ensayo en el que estamos golpeando  una silla que forma parte de la colección del museo... y ni siquera éramos conscientes de ello.



I don't know.




Es interesante ver como nuestra mente funciona con conexiones y oposiciones. La forma de pensar del siglo XXI, pero desde el siglo V... Si no hay conexión explotamos.


En el arte es así. Sabemos que la repetición funciona, los paralelismos, las repeticiones con pequeñas modificaciones... aunque no haya una lógica racional sientes que todo forma parte del mismo cosmos.

Dejarte llevar con el flow.
No saber qué hacer y no hacer nada.
A veces es relajante. Estar. Vivir. Simplemente.

Cuando no planeas nada es
cuando la vida pasa.

Es cuando conoces a esos chicos.
Es cuando vas a pedir una copa y terminas conociendo a gente que te lleva 20 años y con la que conectas.
Y descubres (te) descubres contando tus intimidades sexuales a completos desconocidos.
Y cantas con esa sensación de estar cantando secretos.
Secretos.
Let's talk about secrets.




I'm gonna miss them...